miércoles, diciembre 06, 2006

¡Qué frio hace!



Para ir actualizando pongo la primer página de un cuento que he escrito hace un tiempo: "Si yo fuera el sol". Esta es la primer página. Me he acordado de esta ilustración por el frío que está haciendo aquí en granada. Justamente este cuento comienza diciendo:

"Si yo fuera el sol, saldría el día más helado del año.
Recorrería los caminos, los bosques y las montañas intentando descubrir esa pequeña flor a punto ya de marchitarse. Y tan pronto como la hallara, me acercaría con cuidado, despacio, casi de puntillas, cerraría los ojos, soplaría muy suave y le devolvería la vida.
Si yo fuera el sol, buscaría a algún cachorrillo que estuviera solo, perdido y tiritando de frío. Me interpondría bruscamente en su camino y sin pensarlo le haría cosquillas en la barriga.
Si yo fuera el sol, bajaría a los parques, y me arrimaría a los viejecitos de manos heladas que se sientan en los bancos a dar de comer a las palomas y los pajarillos. Les abrazaría fuerte, con ternura, y esperaría a que se calienten todos sus huesos, el corazón, algún que otro sueño, dos esperanzas y cuatro risas.
Si yo fuera el sol, cabalgaría por las calles y callejones más oscuros y los inundaría de luz. Treparía a los balcones y me colaría por las ventanas escondidas, donde nunca entra el sol.
Arremetería contra las sombras caprichosas y nada me detendría, porque yo sería un sol cabezota y testarudo, insistiendo hasta penetrar en esos edificios abrumados de humedad y penumbra.
Si yo fuera el sol, sería un sol alocado que cambiaría las temperaturas de las estaciones.
Saldría con más fuerza en invierno y dormiría plácidamente en verano, para que nadie se agobie con tanto calor.
Sí, si yo fuera el sol, sería un sol loco. Enloquecido por llamar tu atención.
¿Existen los soles locos?
Quizás yo sea el primer sol loco, loco de amor.
Sería algo así como un sol enamorado.
Un sol que da saltitos como el gorrión y salpica de rayos alrededor.
Y como un sol enamorado, pediría una cita con la luna para que cuide de ti por las noches.
Como un sol enamorado, no dejaría de darte calor y llenarte de luz. Buscaría tu sonrisa en cada esquina. Me convertiría en un ladrón de tus suspiros, intentaría en un impulso acariciar tu alma con una canción.
Y al final, en el último momento, recogería tus palabras y atesoraría para siempre tu voz en lo profundo de mi corazón.

F.I.N

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